Del aire al papel

 Dibujar es trasladar una imagen, sea una que tenemos delante nuestro o una que está en nuestra imaginación, hacia el papel. Uno de los secretos para poder dibujar correctamente un objeto es entenderlo. Tenemos que entender su forma. Si queremos dibujar una lata, es imprescindible que entendamos que la lata no es un objeto plano, sino cilíndrico. Un objeto más complejo, como una flor, está compuesta de muchas y variadas formas. Una flor no es plana, eso es evidente, y mientras más desarrollemos la capacidad de observar y entender la forma de la flor, podremos dibujarla de la mejor manera.

Tanto el ejercicio anterior de dibujar en el aire como el presente tienen como fin, primeramente, desarrollar nuestra capacidad de observación y, segundo, desarrollar nuestra capacidad de entender la forma de un objeto.

¡Empecemos entonces! Sólo es necesario lápiz y papel.

Escoge un objeto que tengas cerca. En mi caso, encuentro interesante la licuadora. Coloca al objeto cerca tuyo y, en una posición cómoda, empieza a dibujar en el aire al objeto, como lo hemos hecho anteriormente. A continuación, empieza a dibujar el objeto en el papel, pero manteniendo la vista en el objeto. Recorre el borde del objeto con los ojos y siente la forma del objeto.

Tus ojos deben estar fijos en el objeto, pero tu mano debe dibujar en el papel. No mires lo que estás dibujando, simplemente siente la forma del objeto y dibújala.

A continuación una foto de la licuadora y mi dibujo.



Es de esperarse que las líneas no coincidan y el dibujo salga deforme y desproporcionado. Eso no nos importa ahora, sino aprender a entender la forma de un objeto. Empieza desde cualquier punto y desde allí traza una linea como si tocaras con la vista el objeto. Siente cada cambio de dirección, cada curva, cada fin de línea. Cuando alces el lápiz para dibujar otra parte del objeto no te preocupes de encontrar en el papel dónde tienes que seguir dibujando la siguiente parte. Simplemente dibuja sin mirar. No te preocupes del resultado.


A propósito, el dibujo lo hice observando la licuadora misma y no la fotografía. Tomé la foto de pie e hice el dibujo sentado. No uses fotografías para este ejercicio, dibuja siempre de la vida misma con objetos que estén delante tuyo. Esto es importante porque el ser humano capta los objetos con dos ojos, mientras que una cámara fotográfica capta la imagen con una sola lente. Hay una diferencia muy importante allí. Es importante percibir el volumen, la profundidad y la distancia de un objeto.

No está de más volver a recalcar la importancia de la práctica. ¡Practica bastante! La práctica hace al maestro, dice la famosa frase, y tiene bastante de verdad. Si tienes preguntas, escribe un comentario y gustoso lo responderé a la brevedad posible.


¡Hasta la próxima!


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